¿Cómo adaptarse sin renunciar a los resultados?
Con la llegada de la primavera, muchas personas notan que su rendimiento baja, que la fatiga aparece antes de lo habitual, y que entrenar al aire libre se vuelve un reto. ¿La causa? La alergia estacional.
Si sufres rinitis, asma alérgico o sensibilidad al polen, sabes lo difícil que puede ser mantener la constancia. Pero la buena noticia es que sí se puede entrenar bien durante esta época, siempre que adaptemos la planificación y sigamos unas pautas concretas.
¿Cómo afecta la alergia al rendimiento?
Cuando nuestro sistema inmunológico detecta un alérgeno como el polen, libera histamina. Esta sustancia provoca inflamación, congestión, estornudos, lagrimeo… y en casos más graves, dificultad respiratoria.
Esto puede traducirse en:
- Mayor sensación de cansancio y fatiga.
- Reducción del rendimiento aeróbico.
- Dificultades para respirar durante esfuerzos intensos.
- Molestias nasales y picor ocular que dificultan la concentración.
¿Qué podemos hacer para seguir entrenando?
Aquí tienes 5 estrategias clave para mantener la actividad física sin poner en riesgo tu salud ni tu progreso:
- Evita las horas punta de polen
Entrenar a primera hora de la mañana o al caer la tarde puede reducir la exposición. Entre las 11:00 y las 18:00 suelen darse los picos de concentración de polen. - Opta por entrenamientos en interior en días críticos
Si el nivel de polen es muy alto, entrena en espacios cerrados. En nuestras sesiones ajustamos la intensidad según tus necesidades. - Dúchate y cambia de ropa tras entrenar
El polen puede adherirse a la ropa, al pelo y a la piel. Una ducha rápida tras el ejercicio puede aliviar los síntomas. - Consulta con tu médico sobre medicación
Algunos antihistamínicos no provocan somnolencia y te permiten entrenar con más comodidad. Evita automedicarte. - Escucha a tu cuerpo y adapta la carga
No pasa nada por reducir el volumen o la intensidad en días más sintomáticos. Lo importante es mantener la regularidad y evitar recaídas.
Bonus: nutrición para reducir la inflamación
Algunos alimentos pueden ayudarte a mitigar los efectos de la alergia:
- Frutas ricas en vitamina C (kiwi, naranja, piña, fresas).
- Pescados azules (ricos en omega-3).
- Cúrcuma, jengibre y cebolla (efecto antiinflamatorio).
- Hidratación constante para mejorar el aclarado nasal natural.
Conclusión
La alergia no tiene por qué frenarte. Con pequeñas adaptaciones, puedes seguir entrenando, progresando y disfrutando del ejercicio. Lo importante es escuchar a tu cuerpo, prevenir y ajustar cuando sea necesario.
Y si tienes dudas, estamos aquí para ayudarte.
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